Vías ferratas para todos

Las vías ferratas son algo más que conocido en Italia, el cual se cree que es el país donde nacieron a mediados del siglo XIX. Por aquel entonces, se construyeron para facilitar el ascenso de las cumbres más inaccesibles.

Como su nombre indica está situada en el pueblo de La Hermida, en el interior del desfiladero del mismo nombre por donde discurre la carretera que une Unquera con Potes.

Posiblemente la vía ferrata más completa y espectacular de la zona norte de España, cuenta con un recorrido de envergadura si deseamos realizarla en su totalidad hasta cueva Ciloña. La otra opción es realizar la mitad y salir por los dos puentes colgantes que harán que se nos encoja el estómago.

Las dificultades son variables dependiendo del recorrido que escojamos por lo que hay opciones para todos.

Cantabria posee varías vías ferratas repartidas por toda su geografía. Diferentes dificultades pero, en general, adecuadas para todos los públicos. Sólo será necesario un mínimo de forma física para convertirlo en una actividad en la que poder disfrutar toda la familia, incluido niños desde 10 años en términos generales.

A parte de la famosa vía ferrata de la Hermida, existen otras opciones como las que aquí te enuncio.

Otras propuestas de vías ferratas en Cantabria

• El Cáliz (Ramales de la Victoria)
• El Risco (Matienzo)
• La Concha (San Roque de Rio Miera)
• Socueva (Arredondo)
• Camaleño (Potes)

A los muchos alicientes de la zona de Rodellar en la Sierra de Guara, añadimos la posibilidad de realizar esta aérea vía ferrata. Disfrutaremos de unas increíbles vistas sobre el barranco del Mascún, la aguja Cuca Bellostas o la Ciudadela.

Unos 250 metros de recorrido que surcan un espolón rocoso, con aéreas secciones sobre peldaños. Dificultad baja y adecuada para todos.

Además podremos deleitarnos viendo multitud de escaladores subiendo por paredes que desafían totalmente las leyes de la gravedad.

Esta actividad nos ocupará medio día por lo que es ideal para combinarla con una iniciación a la escalada y aprovechar que estamos en uno de los mejores lugares del mundo para practicarlo. Otra opción es combinarlo con la realización de un descenso de barranco como el barranco de la Virgen (seco) o el Petit Mascún.

La vía ferrata del Sorrosal  está situada en la localidad de Broto, a la entrada del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Su recorrido asciende por las paredes adyacentes a las impresionantes cascadas encadenadas de 100metros del tramo final del barranco de Sorrosal, por lo que no será raro cruzarnos con algún barranquista y verlo rapelar ese imponente último salto de agua.

Después de este tramo inicial, la ferrata pasa por un túnel para seguir ascendiendo junto a las badinas y cascadas del barranco.

En su tramo final, se desvía por otra pared  que nos acabará dejando en el camino por el que descenderemos caminando a Broto.

Sin duda, una de las ferratas de mayor belleza que podemos realizar y de nivel bajo-medio, apto para casi todo el mundo. 600 metros de recorrido que te harán disfrutar como un niño.

Ferrata perfecta para la iniciación en esta disciplina y apta para toda la familia. Situada en el pueblo de Sesué, a unos 7 km de Benasque y 3 de Castejón de Sos. 250 metros de aéreo recorrido, que nos proporcionarán estupendas vistas sobre parte del valle y el congosto de Ventamillo.

Situada muy cerca de Benasque, la ferrata de Sacs fue la primera que se equipó en el valle.

Una primera parte fácil da paso a una segunda en la que la dificultad va en aumento siendo cada vez más aérea y desplomada.

Podemos decir que para esta ferrata ya es necesario tener buena forma física. Su longitud de 550 metros y su verticalidad se notarán en los tramos finales cuando, al menos, podamos mitigar la sensación de cansancio con las increíbles vistas sobre el valle de Benasque y las Maladetas a lo lejos.

Cerca del pueblo de Campo a 40 km al sur de Benasque, podemos disfrutar de esta magnífica ferrata incluso en los días de mal tiempo en el Pirineo. Muy variada y divertida, en ella atravesaremos puentes colgantes, flanquearemos aéreas travesías y treparemos por verticales placas.

Hoy en día ya convertida en una clásica por su variado e impresionante recorrido, nos permitirá pasar una agradable jornada a toda la familia, pues su dificultad es apta para todos.

Al igual que la de Foradada del Toscar, esta actividad puede convertirse en la alternativa perfecta para un día de mal tiempo en las montañas del pirineo.

Situada en el congosto de Olvena, tiene un recorrido de 250 metros de baja dificultad.

Vía ferrata desde la que tendremos fabulosas vistas sobre los mallos más emblemáticos de Riglos como son El Pisón, la Visera, el Fire o el Puro.

Su equipamiento a base de clavijas nos harán emplearnos algo más pero, aún así, du dificultad es baja y es apta para todos. Cuando pensemos que ya todo ha acabado nos quedará el descenso, donde deberemos seguir otra línea de vida.

Esta es una actividad combinable con una iniciación a la escalada pues nos abarcará medio día.